Monday, March 27, 2006
THE HAPPY BIRTHDAY OF MUSICAL RAFA WEEK END
La semana pasada comenzó con muchas tensiones...
No sabíamos si íbamos a tocar el sabado en el Wisky viejo y no paraba de recibir mensajes sobre la situación. Yo llamaba a Rafa con desesperación:
-¿Sabes algo?
-No te preocupes no hay problema
Pero el miercoles por la tarde el desatre se avecinó sobre nosotros cuando me dijo:
-Estoy empezando a preocuparme yo tambien
Al final por la noche, entre sueños, el telefonó sonó dos veces...
En la primera llamada el propietario sugirió realizar el concierto el domingo y nosotros decidimos que una leche íbamos a tocar el domingo o el jueves, así que lo suspendimos...en la segunda llamada Rafa me dijo:
-Solucionado tocamos el sábado
-Pero...¿y el señor que ha dicho?- me dijé yo viendo entre nubes al dueño del local elevado por los puños de nuestro manager hacia el cielo-
-Que sí, que no hay problema...
Y me fuí a la cama para intentar dormir...
Al día siguiente , otra llamada de Rafa, volvió a cambiar nuestros planes...Aunque en un principio no tenía que haber pasado, al final convencimos a todos para realizar otro concierto el viernes por la noche en el Honey don't cry en Cuarte.
El viernes a las cinco y media quedamos para ensayar y llevar el equipo de sonido hasta el garito. Apareció José Manuel y Litos con un amplificador de cinco metros de alto y cuatro de ancho dispuestos a subirlo por las escaleras de Infernos House...Lo probaron ocasionando graves daños a la estructura de la casa y de toda Avenida de Madrid mientras Juan decia eso de:
-Venga que me tengo que ir y no hemos ensayado nada...
Y Rafa apuntillaba comiendose un bocata:
-Litos, cojones, no se como eres amigo de estos tíos, en realidad no sé ni como lo soy yo...
Todos se marcharon y nos quedamos solos Rafa y yo bajando todas las cosas, incluido el amplificador de cinco metros de alto y cuatro de ancho. Mientras esperábamos a José Manuel y su coche, por la casa de Cristofe, desfilaron todo tipo de sujetos extraños mientras el manager juraba en ebreo acordandose de toda la parentela de casi todos los miembros de la banda y amenazandolos de muerte en varias ocasiones, sobre todo al pequeño bajista...
Por fín fuimos hacia el local de Cuarte. Su aspecto amedrentaba a un chico de barrio obrero como yo...sólo faltaban Los Lobos y Salma Hayek con la serpiente amarilla para que aquello fuera el bar de Abierto hasta el amanecer...
Empezamos a montar las cosas que habíamos traido haciendo comentarios y poniendo caras de que sabíamos lo que estabamos haciendo, mientras la clientela nos miraba atónitos y susurraban cosas malas de nosotros...
Nos sentamos en una mesita para poner en orden las canciones del repertorio y comenzaron a llovernos pintas de cerveza negra en un desfile que ni Cibeles, sobre todo por las camareras, a las que el pequeño bajista dedicaba miradas de pocas luces y sonrisas chinescas sin gracia...
Rafa aparecía y desaparecía como un Houdini de salón mientras preguntaba sin parar:
-¿Pero donde cojones está tu primo y Juan? cuando vengan te juro que los mato, hoy os mato a todos...
El pequeño bajista y yo intentabamos tranquilizarlo:
-No te preocupes Rafa ya están de camino...
Aunque llevaban dos horas de camino...
A eso de las diez aparecieron sin ser conscientes de lo que se les venía encima...La prueba de sonido.
Mal subimos al escenario atravesando las cuerdas del ring y empezamos a tocar desaforadamente. No se oía nada, nos equivocamos en las notas y todo fue un desastre, así que tal como subimos, nos bajamos esperando que a las doce la cosa fuera mejor.
En ese tramo de tiempo, las pintas fueron corriendo, pero los nachos no...ya que, no se muy bien por qué, nadie quiso cenar, incluido el pequeño bajista, que todos los viernes se vuelve loco por ir a un chino...pero el viernes, nadie tenía hambre. Rafa aparecía con frases como:
-Somos el puto rock and roll de este pais, somos los mejores, la esencia del blues...
Y se iba para volver de nuevo:
-Hoy nos vamos a salir porque somos los mejores
Y se iba de nuevo.
Juan miraba a las camareras, Raul robaba cervezas, Jose Manuel miraba a las camareras, Rafa iba y venía y yo miraba a los nachos que unos impresentables habían dejado vírgenes en la mesa de al lado...y a las camareras.
Comenzó el show con la presencia de Arancha y su familia y de otra gente que no conocíamos. Estuvo bien...corto y bueno pero sin oirnos mucho. Los niños bailaban, los padres aplaudían, la gente cenaba y alguno que otro tarareaba alguna canción...
Y a eso de la una y media, despues de tomar un chupito, brindar por el cumpleañero y cobrar nos fuimos para casa....bueno, no exactamente, nos fuimos a Infernos House a recoger todo el equipo, incluido el amplificador gordo y alto.
El sabado a las tres y cuarto pasó a buscarme José Manuel para ir a recoger el equipo con Raul y Juan. Despues de volver a bajar el amplificador por las escaleras y de acordarnos del pequeño bajista y su coche fantastico, llegamos hasta el Wisky viejo. Empezamos a sacar y sacar cosas y extenderlas por el bar mientras el simpático camarero nos ayudaba y servía café. De repente apareció un señor bonachón y con aire de papá Pitufo diciendo ser el tecnico de sonido...pero no era un técnico de sonido no, era Dios disfrazado de técnico de sonido...
De su furgoneta del Equipo A empezó a ofrecernos un montón de cables, altavoces, pies de micro, micros...espectacular. Montamos todo y probamos sonido y aquello sonaba como a Dios...claro si EL estaba con nosotros...
Al rato y cuando apurábamos la última cerveza apareció Rafa y nos fuimos para otro sitio. Brindamos con champán en un garito del Rollo y nos tomamos unas cervezas y unos frutos secos en el bar de al lado del wisky viejo, El Malecón, donde todo está muy bueno... Alli llegaron Esther, que debutaba en la banda, y Juanito.
Por fín llegó la hora del show. Fue un concierto redondo. Supongo que fallaríamos en bastantes cosas como siempre, pero la impresión que tengo, es que fué de lo mejorcito de la banda. LLenamos el bar con un montón de amigos, algunos muy inesperados y el ambiente se transformó en una fiesta. Una autentica fiesta de cumpleaños, no sólo para Rafa si no para todos.
Por primera vez, la banda contó con una voz femenina, Esther, que estuvó estupenda y se dejó los nervios aparcados en doble fila durante su actuación. Tuvimos el regalo de tocar con Guille, otro regalo de los dioses, que por cierto controlaban el sonido tambien durante el concierto...Y a nuestro viejo camarada de los tiempos de la Santa Compaña: Litos, que a parte de dejarnos el ampli durante todo el fin de semana, nos dejó su talento con la guitarra.
En fin, unos días para recordar. El fin de semana musical del cumpleaños de Rafa.
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